América Latina

Jóvenes estadounidenses agradecen la posibilidad de estudiar Medicina en Cuba

11/03/2016
Shaneen Whyte, Patrick Daley e Jontay Darko. Foto: Orlando Peresa (Cortesia ICAP)

Jóvenes de EE.UU. que estudian Medicina en la Habana celebraron la visita del presidente Obama a Cuba y esperan que el acercamiento entre ambos países sea mutuamente beneficioso.

“Espero que en esa visita del 21 y 22 de marzo, haya un diálogo abierto y sincero, con acuerdos favorables para los dos pueblos” afirma a Granma Internacional la joven Jontay Darko, alumna del 5to año de ciencias médicas en la facultad Salvador Allende de la Habana, integrante del proyecto de la Escuela Latinoamericana de Medicina, (ELAM), que ha graduado a más de 24 000 profesionales de la salud provenientes de 84 países, en más de 15 años.

Ella procede de la ciudad de Chicago, califica a los cubanos como personas bellas, simpáticas, agradables, sonrientes, cálidas y comunicativos en sus vínculos interpersonales,.

Le cautiva sentirse cuidada en esta Isla caribeña y admira las acciones de cortesía cuando le extienden la mano para cruzar la calle o al bajarse de un autobus, destaca no haber sentido odios ni rencores hacia su pueblo y al presentarse ante los cubanos como una norteamericana, la reciben con cariño.

La iglesia bautista de su urbe propició su acceso a la beca en Cuba y ella confiesa, que además de formarse en una profesión se convierte en una mejor persona. Reconoce ser más flexible en su carácter, ahorra mucho en el tema económico, admite que lo más valioso en la vida no son los objetos adquiridos en el mercado, sino la cultura aprendida.

Jontay admira a sus profesores por el alto nivel académico para impartir clases, son capaces de brindar todo tipo de atención ante un estudiante con dificultades y se mantienen bien actualizados en los temas docentes, dice sorprende en ellos la disposición a colaborar en cualquier aspecto para hacer más agradable la estancia en Cuba.

Al concluir la carrera, ella desea regresar a su país para brindar servicios a las comunidades afrodescendientes, para ese momento debe rendir varios exámenes para revalidar el título universitario y luego especializarse en la medicina familiar.

Su amiga Shaneen Whyte aspira a cursar la especialidad de alergia o inmunología. Procede de la ciudad de Tampa en La Florida y hace sólo seis meses que inició sus estudios en Cuba, acaba de concluir un curso completo en el idioma español, manifiesta sentirse muy emocionada de dominar la lengua.

“Siempre tuve curiosidad en conocer la Revolución, – advierte la joven de 24 años- Mi abuelo materno nació en La Habana y mis padres en Jamaica. Por mis venas circula sangre caribeña y mi mayor sueño ha sido venir a vivir aquí. Ahora, que hablo el español, puedo entender el modo de vida de los cubanos”.

En los meses siguientes hasta completar el curso, Shaneen recibirá asignaturas básicas del bachillerato con el fin de equiparar su conocimiento en un nivel similar a los demás estudiantes cubanos y de otras nacionalidades, esto la ayudará a enfrentar la universidad con habilidades docentes necesarias para una educación superior.

En la ELAM comparte su habitación con una veintena de muchachas de otros países, algo muy positivo para sus intereses para aprender de otras culturas. En su horario libre práctica la danza y recibe clases de los instructores de arte en bailes autóctonos del Caribe.

Reconoce el prestigio alcanzado por los servicios médicos cubanos en el sistema público, estructurado para brindar cobertura al ciento por ciento de la población y con posibilidad de asistir a personas necesitadas del mundo a través de los convenios y programas de solidaridad establecidos por el gobierno cubano.

Similar criterio lo expresa Patrick Daley de 27 años, quien cursa igualmente estudios de pre-médico, y comenta experimentar una gran alegría al ser capaz de responder preguntas a la prensa en idioma español. Revela, que hace unos meses atrás ni siquiera entendía vocablos.

El joven procedente de Baltimore promete dedicar mucho tiempo al estudio de la medicina cuando en septiembre próximo inicie el primer año de la carrera. Su meta es ayudar a las personas pobres y enfermas de su país, carentes de medios para acceder a instituciones médicas privadas.

En el breve tiempo vivido en la Mayor de las Antillas, ya visitó otras provincias y le impactó la ciudad de Santiago de Cuba, por su geografía y el trato afable recibido. Su lugar preferido de La Habana es conversar con sus amigos en el muro del Malecón y recorrer los sitios patrimoniales de la Habana Vieja.

Concluye sus palabras con un eterno agradecimiento al pueblo cubano por la oportunidad de cursar estudios universitarios y prepararse como un futuro profesional.

Compartilhe:

Leia também